miércoles, 13 de febrero de 2008

Turismo rural en La Ruta De Washington Irving

La Ruta de W. Irving constituye una arteria virtual de las rutas de al-Andalus: enlazada, tocando tierras de Málaga, Sevilla y Granada, dos capitales deslumbrantes, dos ciudades esenciales de la civilización hispano- musulmana. El itinerario revive, poco más o menos, el camino que hizo en 1829 el romántico escritor norteamericano que da nombre a la ruta, fascinado por el exotismo y la exuberancia de los vestigios "árabes" de Andalucia.

Un camino histórico que, en la Edad Media, sirvió de importante vía comercial entre el reino nazarí de Granada y los dominios cristianos. Una ruta marcada, por tanto, con un carácter netamente fronterizo, que lleva de las tierras bajas a orillas del Guadalquivir a las vegas circundadas por las montañas en las inmediaciones de Granada. En su trayecto, a lo largo de las provincias de Sevilla, norte de Málaga, por Antequera, y Granada, se incluyen extensos pueblos de la campiña y enriscadas villas a los pies de alcazabas y castillos, localidades que atesoran una riqueza monumental extraordinaria en medio de espacios de gran interés y diversidad paisajística natural. Los usos, costumbres y tradiciones que animan la vida de estos pueblos, en los que la agricultura es la principal actividad, ofrecen un aliciente adicional para un fascinante viaje.

El tono legendario del recorrido se acentúa, además, al atravesar comarcas que el pasado siglo destacaron por la presencia de contrabandistas y bandoleros como los famosos Siete Niños de Écija y José María El Tempranillo.


El camino pasa de las ondulaciones de la campiña Sevillana a un terreno más quebrado, a partir de Estepa. Singular interés revisten en estos tramos las lagunas que salpican los campos, destacando especialmente la de Fuente Piedra. Las sierras, con las caprichosas formaciones calcáreas del Torcal de Antequera, se suceden flanqueando la cadena de vegas que lleva a granada.

La ruta transcurre entre Sevilla y Granada, distantes unos 250 kilómetros, a lo largo de un trayecto que se ajusta, básicamente, a la autovía A-92. A partir de Sevilla, se dirige en primer lugar a Alcalá de Guadaira, acercándose después a Carmona, Marchena y Écija, para volver de nuevo a la A-92. Tras rebasar
Osuna, Estepa, La roda de Andalucía, Fuente de Piedra, Humilladero y Mollina, entra en la vega de Antequera. Atraviesa luego Archidona, Loja y Huétor-Tájar. Desde Moraleda de Zafayona, se desvía para visitar Alhama de Granada, al sur. Al norte de la A-92, asciende hasta Montefrío e Íllora, retornando por Fuente Vaqueros y Chauchina al eje de ruta, que culmina en Santa Fe y Granada.

Alhambra de Granada

El considerable Patrimonio monumental de las poblaciones de esta ruta ofrece, en primer lugar, una extraordinaria selección de arquitectura hispano-musulmana. Su rastro se prolonga luego a través de obras mudéjares, barrocas y de la arquitectura popular que fundamentan el elevado número de conjuntos de interés histórico-artístico que jalonan el camino. Junto a las excepcionales muestras del arte musulmán de Sevilla, con la giralda y el Alcázar, y Granada, la ciudad de la Alhambra y su corte de valiosos restos, en las villas y ciudades de esta ruta aparecen edificaciones no menos excepcionales; castillos y fortalezas, como los de Alcalá, Antequera o Loja, mezquitas como la de Archidona, baños como los de Alhama de Granada, de magnífica conservación. El mudéjar y el barroco exhiben aquí innumerables obras maestras: iglesias con torres que recuerdan alminares de mezquitas, templos de tupida decoración con armaduras y yeserías que evocan oficios de raigambre musulmana, palacios, edificios públicos, etc. Compartiendo elementos comunes a las tradiciones musulmana, mudéjar y barroca, surge una arquitectura popular sencilla y noble, presente en las construcciones urbanas y en las haciendas, cortijos y caserías del camino.

Washington Irving

El protagonista de la ruta, escritor y diplomático norteamericano (1738-1859), es el prototipo de viajero romántico. Seducido por Europa, quedó cautivado por el "exotismo" de Andalucía. En 1829 hizo el camino entre Sevilla y Granada, donde residía algún tiempo. Sus andanzas dieron fruto varias obras de tema hispano árabe, entre las que destacan sus celebérrimos cuentos de la Alambra, que tanto contribuyeron a la imagen romántica de Andalucía.


Fiestas

Los ciclos festivos de las localidades de la ruta de W. Irving responden al esquema más habitual por tierras andaluzas. La Semana Santa, las ferias y fiestas patronales, cuya temporada se concentra en la primavera y el verano, las celebraciones de Corpus y romerías, suelen ser los acontecimientos más señalados. Singular relevancia tiene el flamenco, rasgo inconfundible de la cultura popular de estas comarcas, presente en festivales y ferias.

El Caballo

Contaba un viejo dicho que los caballos de la campiña Sevillana eran tan veloces porque las yeguas quedaban preñadas por el viento...., lo cual pone de manifiesto la fama que siempre han tenido los equinos criados a lo largo de esta ruta. La imagen de briosos corceles está asociada, además, al trajín de los viajeros y su legendario cortejo de bandoleros, característico de este itinerario. En tierras de Écija, Marchena, Osuna, Antequera, Loja, hasta las cercanías de Granada, pastan yeguadas que conservan con gran pureza la raza del caballo español, con dedicación también a la raza árabe. Se trata, pues, de un escenario idóneo para realizar rutas y excursiones a caballo.

Gastronomía


Aceite de Oliva

Los productos de la tierra que se encuentran a lo largo de esta ruta son la base de una sabrosa gastronomía. De gran fama son sus panes, el alimento más sencillo, como los de Alcalá, Antequera, con sus molletes, y tantos pueblos hasta las mismas puertas de Granada. El aceite se prodiga desde Sevilla, por Carmona y la campiña hasta Estepa y La Roda, y desde Antequera, centro de la producción de la variedad hojiblanca de aceituna, a Loja y la Vega. Los productos naturales de alta calidad, como los espárragos de Huétor-Tájar, y una gran variedad de hortalizas, dan sustancia a la cocina, que sirve abundantes potajes y guisos, platos como la porra y los gazpachos, ensaladas, etc... Las chacinas y los platos de carne, de caza también, de pescado, suponen otro apartado de particular interés. Especial mención merecen los dulces, desde los elaborados por monjas de clausura en numerosos pueblos, a los famosos mantecados, polvorones, roscos, alfajores y un sinfín de otras delicias.

Artesanía

Desde Sevilla a Granada, proliferan los talleres donde se trabajan algunas de las manufacturas más representativas de la artesanía andaluza. La cerámica ofrece un excelente repertorio en ambas capitales y otras poblaciones. Los trabajos en metal tienen también una presencia notable, así como los oficios de la madera y los del cuero, aplicado en guarnicionería, talabartería o encuadernación. Las labores con fibra vegetal y otras especialidades, como la joyería y la fabricación de guitarras, completan el panorama artesano de la ruta.

Turismo rural en el valle del Guadalhorce (Málaga rural).

La comarca del Valle del Guadalhorce se sitúa en el centro-sur de la provincia malagueña, y supone el puente entre el interior de la provincia y la Costa del Sol, lo que hace de su situación geográfica un verdadero privilegio.

El río Guadalhorce que le da nombre, vértebra el territorio malagueño y después de recoger las aguas de la comarca de Antequera y cruzar la cordillera por el Desfiladero de los Gaitanes, espectacular, se hace adulto y forma su propio valle. Y es allí donde unido a su principal afluente, el Río Grande, crea el más rico de los suelos malagueños. Un valle que es al mismo tiempo camino y corredor fértil de huertas y gentes, y anfiteatro de sierras que aportan sus aguas, su cobijo y su paisaje. Huertas salpicadas de casas de labranza y caseríos, huertas que cubren el fondo del valle y trepan en acequias por cabeceros y pequeñas colinas. Huertas, en fin, de un paisaje vivo que lucha entre el ser y el haber sido.

Entre las montañas pasara por los pueblos de Alhaurín el Grande, Almogía, Álora, Cártama, Coín, Pizarra y Valle de Abdalajís, constituyendo la Comarca del Guadalhorce, enclavada al oeste de Málaga capital, situada en un punto privilegiado por su proximidad a ésta, a la Costa del Sol, al aeropuerto, al Parque Natural Sierra de las Nieves, al desfiladero de los Gaitanes y al conjunto de embalses del Chorro, así como a los Montes de Málaga y el Torcal de Antequera. Y disfrutando de un microclima sin temperaturas extremas, que hacen de la comarca un lugar idóneo para realizar actividades turísticas de tipo cultural, gastronómico y deportivo.

De tierras fértiles, pobladas de árboles frutales, cítricos, olivos y también cereales, almendros y hortalizas, regadas por el río Guadalhorce y sus afluentes.

Aunque en la zona sólo existe (con carácter oficial) un paraje natural, el Desfiladero de los Gaitanes, un paisaje unico rodeado por enormes paredes cuna de la escalada andaluza, con cientos de posibilidades para toda la familia, piraguismo, descenso de barrancos, escalada, senderismo, avistamiento de aves, bicicleta, zonas de acampada o si prefiere alojamientos de gran calidad. Unido a una oferta gastronomica digna de reyes, con su sopas perotas y de segunado "matamario" pues no se lo pueden perder.

VISITAS DE INTERES CULTURAL

Restos del castillo árabe de Álora.
El castillo, declarado monumento nacional en 1931, se alza sobre el "Cerro de las Torres". Fue construido por los árabes durante los s. IX y X, aunque sus orígenes se remontan a época fenicia y romana. Es un recinto amurallado del que destacan la "Torre de la Vela", la "Torre de Vigilancia" y un arcode herradura apuntado, único en Occidente. Horario de visita Tardes: 14.00 a 18.00 h

Cueva de Ardales, también llamada de Trinidad Grund. Alberga interesantes muestras de pinturas rupestres.
Iglesia mozárabe rupestre en las Mesas de Villaverde. Ardales.
Ruinas de Bobastro. Ardales. Ciudad que sustentó la revuelta mozárabe contra el estado cordobés en los siglos IX y X.

Museo municipal del Parque de Ardales. Embalse del Conde de Guadalhorce. Se exponen piezas arqueológicas provenientes de los yacimientos de la zona.

Museo municipal de Pizarra, con pinturas de Gino Hollander.
Balneario de Carratraca, de aguas sulfurosas. Siglo XIX. De estilo neoclásico está edificado en piedra arenisca y mármol.

FIESTAS

Alhaurín el Grande:
Semana Santa, variable, considerada como una de las tres más importantes de la provincia. Dos cofradías, los verdes y los moraos, rivalizan en sus pasos procesionales.

Álora:
Semana Santa, variable. Las procesiones se celebran el Domingo de Ramos, el Jueves, Viernes Santo y el Domingo de Resurrección. El Viernes Santo se produce "La Despedía", ceremonia en la que las imágenes de Jesús Nazareno y la Dolorosa se encuentran y saludan con movimientos que suponen un gran esfuerzo para los portadores. Participa el pueblo en masa.

Carratraca:
Semana Santa, variable, de la que destaca la escenificación de la Pasión de Cristo el Viernes y Sábado Santos, donde intervienen más de cien actores del pueblo. Se celebra en la plaza de toros y comienza a las cinco de la tarde.

Coín:
Feria y fiestas patronales en honor de la Virgen de la Fuensanta, del 10 al 15 de Agosto. Este festejo popular data de 1756 cuando Carlos III concedió a la villa de Coín la gracia de que podía tener cuatro días de feria. Se trataba de una feria-mercado para potenciar la comercialización de los productos agropecuarios y elevar la categoría de Coín dentro de la comarca.

Ardales:
El 19 de febrero, Fiesta de la Matanza. Unos quinientos kilos aproximadamente derivados de la matanza del cerdo, se reparten todos los años. A partir de las 12.30 h habrá una degustación de los productos del cerdo, como el morcón, el chorizo, callos, morcilla y guisos que son repartidos por las personas del pueblo a todos los asistentes. Actuación de Sergio Contreras.

Turismo Rural en La Gomera (Uno de los rincones más impresionantes de las islas Canarias).

La Isla de La Gomera forma parte del Archipiélago Canario, siendo la segunda mas pequeña en extensión con 369 km2 dispuestos en una configuración prácticamente circular, situada junto a la isla de Tenerife de la que le separan escasos 28 km en su punto más cercano.

Geológicamente hablando es la isla mas antigua del archipiélago con dos millones de años desde su ultima erupción volcánica, lo que le concede una serie de características producidas por la erosión, que ha formado espectaculares barrancos, impresionantes pitones volcánicos expuestos en la superficie y acantilados marinos de singular belleza. En el centro se alza el Alto de Garajonay, punto mas alto de la isla con 1.487 m, que debe su nombre del Parque Nacional de Garajonay por el que se ve rodeado proporcionando a la isla una exuberante alfombra verde que ocupa el 11% del territorio insular.

El clima de la isla nos ofrece dos ambientes bien diferenciados, norte y sur . La zona norte de la isla, histórica y antiguamente mas poblada, donde se encuentran los municipios de Hermigua, Agulo y Vallehermoso . Ofrece un clima estable compuesto por temperaturas suaves y un grado de humedad medio producido por el efecto de los vientos alisios, que proporcionan un suave rocío a la vegetación existente formada en gran parte por especies del Parque Nacional de Garajonay, localizado en las zonas altas de los tres municipios. Claramente diferenciando el sur de la isla, a sotavento, ofrece temperaturas algo mas elevadas, menor humedad, y escasa vegetación. La población se compone por los municipios de San Sebastián, Alajeró y Valle Gran Rey, ubicados en estos dos últimos pueblos los núcleos turísticos mas concentrados de la isla.

Tradicionalmente la economía de La Gomera se basa en la agricultura encontrándose la mayor parte de las zonas de cultivo en las medianías, valles y barrancos de la zona norte, de tal forma que se aprovecha el agua y humedales. Dada la orografía del territorio insular los habitantes, ya desde la época de la colonización, trabajan el terreno de forma escalonada o abancalada, levantando en las laderas impresionantes muros de piedra para formar zonas llanas donde poder cultivar.

La historia y cultura de La Gomera manifiestan aspectos ancestrales de un pueblo lleno de tradición, el folclore es uno de estos aspectos ya que su origen se remonta a los siglos XV- XVI, se basa en el canto de romances formados por poemas épicos de tipo narrativo acompañados por la música de chácaras, instrumento de madera originario de la isla similar a una castañuela grande, y el tambor. A su vez el canto se acompaña de un baile compuesto por dos filas de bailarines enfrentadas, que van formando parejas avanzando y retrocediendo apoyando la punta y el tacón de un pie o de otro según sea el sentido del baile .

La artesanía es otro aspecto de la isla que no ha sufrido cambio alguno en su elaboración desde los tiempos de los aborígenes. Diversa y funcional, destaca la cerámica realizada sin torno, con barro arena y almagre, materiales que principalmente se encuentran en las zonas de medianías y que dan fruto a hermosas tallas de agua, ollas de ordeño y braseros. Como aprovechamiento para las telas en desuso y empleando complejos telares de madera, se realizan a base de tiras de trapo e hilo las llamadas traperas, similares a alfombras que además pueden transformarse en colchas, mantas alforjas o bolsas, según el grosor y la densidad de la tela.

El lenguaje del Silbo, de origen prehispánico, es una forma de comunicación que nace por la necesidad del pueblo gomero de salvar valles, barrancos y altas montañas con el objeto de comunicarse entre los distintos pueblos sin necesidad de realizar grandes desplazamientos. Consiste en deletrear las sílabas silbando con la ayuda de los dedos introducidos en la boca. Hoy en día son muy pocas las personas que han mantenido esta tradición, aunque actualmente los colegios imparten su aprendizaje como una asignatura más.

La Gomera posee en su altiplanicie central una fascinante selva densa y tupida de un verdor perpetuo mantenido al amparo del manto de nieblas que durante buena parte del año la envuelve. Superviviente de los bosques subtropicales que poblaron el área del mediterráneo hace varios millones de años, durante el Terciario, y que desaparecieron del Continente como consecuencia de cambios climáticos que apenas afectaron a los ambientes subtropicales de estos Archipiélagos. Un singular ecosistema conocido como Monteverde o Laurisilva, perteneciente a la región Macaronésica (Azores, Madeira y Canarias), contrasta con los paisajes secos de las zonas bajas y costas de la isla.

La Laurisilva es un bosque formado por una gran variedad de árboles de hoja perenne cuya existencia está ligada a una elevada humedad y temperatura suave con escasas oscilaciones a lo largo del año. Estas condiciones se dan en la zona de nieblas de las fachadas norte de las islas Canarias, entre los 700 y los 1.200m sobre el nivel del mar, por condensación de las masas ascendentes de aire cargado de humedad, transportadas por los vientos alisios. Su entramado vegetal es una autentica esponja captadora de agua que retiene la humedad de las nieblas, favoreciendo la recarga de los acuíferos insulares y, por tanto, el aprovisionamiento de agua para consumo humano.

Desgraciadamente, buena parte de los dominios de la Laurisilva han desaparecido por la acción humana. Su manifestación mejor conservada se encuentra en las cumbres de La Gomera, donde todavía es posible encontrar zonas prácticamente vírgenes. Con el fin de asegurar su conservación se creó en 1981 el Parque Nacional de Garajonay, declarado posteriormente por la UNESCO Patrimonio Mundial.

El mar significa una barrera infranqueable para la colonización de las islas por muchos seres vivos. Esto explica que la fauna vertebrada del Parque esté compuesta básicamente por aves y reptiles, siendo los únicos mamíferos autóctonos los murciélagos. En total 38 especies de vertebrados viven en el Parque, destacando las dos especies de palomas endémicas, la paloma turqué y la paloma rabiche. Pero es en la fauna invertebrada, con cerca de 1.000 especies, donde se presenta la mayor diversidad, elevándose a unas 150 las especies que sólo viven en el Parque, Garajonay es por tanto un importantísimo refugio de fauna.

El Parque Nacional pone a disposición del visitante servicios de guías interpretes para acompañamiento de excursiones guiadas (previa cita en el Centro de visitantes); Agentes forestales que vigilan el parque y pueden ayudarle y aconsejarle. Antes de caminar por el Parque le recomendamos que acuda al Centro de Visitantes, abierto de martes a domingos de 9.30 16.30 h. En este recinto se puede conseguir una visión general del Parque mediante paneles audiovisuales, además de conseguir libros, folletos, mapas, artesanía local .
Algunos de los senderos que usted puede realizar dentro del parque son : Contadero-mimbreras, Jardín de las Creces- Las Hayas, El Contadero-Alto de Garajonay. Si además desea caminar por los senderos tradicionales que recorren toda la isla.

La Gomera conjuntamente con el Parque Nacional cuenta con todas las figuras de protección, alcanzando un numero de 17 espacios que abarcan una extensión de 12.450 hectáreas, ocupando una tercera parte del territorio insular.

Turismo Ecuestre en Segovia (Para disfrutar de todo el turismo rural a caballo).

Turismo rural, ocio y actividades “La Hípica”.

Si alguien entiende de caballos, ese es D. Jesús Cesar Águeda Mazarias, el dueño del centro de turismo rural, ocio y actividades “La Hípica”. A muchos de nosotros nos atrae y nos gusta todo lo relacionado con estos bellos animales, pero solo un gran conocedor, un auténtico amante de la equitación puede llegar a trasmitir la esencia de esa relación tan especial que se establece entre jinete y montura.

Si nuestro deseo es aprender y disfrutar de estos animales, habremos dado con uno de los lugares más adecuados. “La Hípica” es un auténtico centro de turismo ecuestre.

La Hípica se encuentra en Grajera, un pueblecito segoviano situado en el nordeste de la provincia. No se trata solo de un centro ecuestre. Es mucho más, por eso reza en la entrada “turismo rural, ocio y actividades”. D. Jesús se encarga siempre de poner a nuestra disposición (incluso programas a la carta) una serie de actividades para todo el acompañamiento (Tiro con arco, Karts a pedales, Golf, Paintball, Paseos en pequeños carruajes). Dispone también de parque infantil, un completo museo etnográfico y un restaurante donde reponer fuerzas. Además, si nos apetece, podremos jugar a la “Tanguilla” o a la “Chana”, dos juegos tradicionales muy entretenidos basados en la puntería de los contrincantes.

En lo que respecta a los caballos, de todo. Dispone de monta por horas, rutas cortas de 3 horas, jornada completa con almuerzo (D. Jesús nos busca siempre el caballo más adecuado a nuestras características y nos propondrá itinerarios con nombres tan sugerentes como “La ruta de los Fantasmas Tristes” o “La ruta de los Pájaros Mimados”). Si todavía no estamos muy duchos en el arte de la monta, podremos tomar unas clases de equitación. Además, nos ofrece el pupilaje de caballos o la doma de potros. Y si nos da el capricho, también aquí podremos adquirir un hermoso ejemplar. (Yo creo que no es poco).

Pero bueno, al fin y al cabo esto es turismo rural, y ya que nos hemos desplazado, bien merece la pena conocer un poquillo donde hemos ido a parar y que cosillas nos ofrece la comarca del Nordeste segoviano.

Esta es una comarca llamada de Segovia, que no la señalan sus lindes políticas, solo la apodan. El nordeste de Segovia la componen las cuencas del Rió Riaza, del Duratón, la Serrezuela de pradales, el macizo de Ayllón y Somosierra hasta aproximadamente el pico llamado Colgadizos, con sus espacios entre estas particularidades, bien llamados de entre Sierras.

Para visitar:

Ayllón es una villa monumental de Segovia que conserva un patrimonio envidiable. Muestra una gran personalidad castellana a caballo entre el medievo y el renacimiento. Murallas, iglesias, palacios, conventos de todas las épocas nos acompañan en esta vuelta a nuestros orígenes. Maderuelo, por su parte, es una villa de antiquísimo origen situada en lo alto de un cerro. Completamente amurallado y rodeada por el sur por el pantano de linares. Se entra, como las antiguas ciudades fortificadas a través de un arco de sabor medieval “la Puerta de la Villa” (se comenta que lo bueno si breve….. pues bien, Maderuelo no es breve, pero SÍ es tres veces bueno).

Hermoso e impresionante se muestra el río Duratón desde su nacimiento, en la Sierra de Guadarrama, en las proximidades de Somosierra. Es la fuente de contraste y riqueza natural y cultural que caracteriza las zonas que atraviesa. Bien merece la pena darse un paseo por sus escarpadas laderas (VERSIHAY ZONAS DE BAÑO).

Si tenemos tiempo debemos visitar las Hoces del río Riaza, espacio declarado parque natural. A él se accede desde Maderuelo, Montejo de la Vega o Valdevacas de Montejo, por citar los pueblos más importantes del entorno. Aquí se localizan numerosas rapaces (águila real, perdicera, culebrera, alimoche, ... y lo más importante, acoge la mayor colonia de buitre leonado de toda Europa). Merece la pena una cuidada visita para comprobar todas sus curiosidades.

Y si aún nos queda algo de tiempo, por que no tomar unas cañitas en Sepúlveda…. Buen viaje….

Casas-Cuevas de Granada (el turismo rural alternativo)

En Huéscar (Granada) es otro de esos sitios donde podemos localizar tan singulares alojamientos rurales. Si bien ahora son solo cuatro las cuevas disponibles, lo cierto es que su dueño, Tomás, nos asegura que ya están trabajando para rehabilitar otras doce.

Creadas a pico por sus ancestrales moradores, nos ofrecen el confort y la quietud de su interior, así como la historia, las costumbres y los hermosos paisajes de los pueblos que las rodean. Siendo el hábitat bioclimático más antiguo del mundo, mantienen una temperatura constante a lo largo del año. El visitante siempre se asombra ante este rico mundo subterráneo, convirtiéndose la experiencia de habitar en ellas en algo verdaderamente único.

Hoy, perfectamente restauradas, representan una de las alternativas más peculiares del turismo rural, lo que se ha dado en llamar el trogloturismo.

Para los amantes del turismo rural es esta una experiencia que no debemos pasar por alto.

Además, podemos aprovechar nuestro viaje a la zona para realizar distintas actividades:

Aquellos a los que atrae la pesca no deben dejar de acercarse al Pantano de San Clemente, donde podrán practicar este paciente deporte. Para los que son todavía nóveles, no hay problema, podrán alquilar allí mismo la caña.

Para los que gustan de visitar lugares con encanto, resulta de especial interés una visita al pueblo de Castril, donde podremos admirar su Castillo sobre una impresionante peña natural, “la Peña”, declarado “Monumento Natural” en 2002. A sus pies, el río Castril, que abre paso al parque natural de la Sierra de Castril. Los paisajes son fabulosos. Como veréis, no tiene desperdicio.

Huéscar se nos presenta como una tierra de contrastes y con una gran diversidad de paisajes de singular belleza, en los que se produce un choque total, entre la elevada y verde orografía de montaña y las altiplanicies fundamentalmente áridas, casi desérticas de algunos lugares, presentando un paisaje casi lunar. Zona natural formada por un conjunto de serranías donde destaca majestuosa “la Sagra”. Sus 2.383 metros la sitúan como el pico más elevado de todas las subbéticas, impresionando su imagen imponente sobre los valles adyacentes.

Por cierto, Huéscar es un lugar ideal para el cañeteo y el tapeo.

Podéis visitar el yacimiento “El Castellón alto de Galera” con las sepulturas de tribus milenarias (más de 3.000 años). En Semana Santa, la Romería de las Santas, que protagoniza singulares “desavenencias” entre pueblos vecinos.

Y si llegáis de lejos podéis acercaros hasta Granada, La Alhambra bien merece una visita, aunque llegar hasta allí nos lleve cerca de una hora y media en coche.

De obligada visita es el Manantial de Fuencaliente. En todo es singular y único. Su compuerta, que da lugar a un pequeño salto de agua, crea un enigma al visitante. ¿De dónde proviene el líquido que llena el recinto? En el fondo engravillado de este estanque está el nacimiento natural a que nos referimos, y que renueva continuamente, sin depuradora ni filtro alguno, el agua. Sale a la luz con temperatura constante todo el año de 21 ºC lo que les otorga ciertas características termales, como ocurre cuando las aguas han circulado a la profundidad suficiente para adquirir la calidez de las rocas y materiales que allí existen, produciendo algún que otro agradable escalofrío en verano y calor en invierno.

Allí encontraremos el Molino de Fuencaliente, un restaurante donde debéis probar los bocados más típicos de la zona. El cordero segureño, (raza autóctona), El choto al ajillo, La perdiz en escabeche, El lomo en orza , Chorizo, Morcilla, Butifarra, (embutidos), Migas, Ajo colorao, Frita de calabaza, Puchero, El Relleno. Muy Típico de Huéscar, está compuesto de magro de cerdo, panceta salada, paletilla seca, pollo, pavo, conejo, azafrán, pimienta, clavo, canela, molla de pan reposado, sal, huevos en abundancia, zumo de limón y ajo.

Espero que lo disfrutéis.

Design konnio.com