miércoles, 13 de febrero de 2008

Diferencias entre depilación láser y luz pulsada (1ª parte)

Cuando hablamos de de fotodepilación, debemos englobar tanto la depilación por láser como la depilación por luz pulsada, ya que ambos tipos de depilación se realizan por medio de luz, aunque las características de la luz que se emite en ambos casos son muy diferentes.



Denominamos luz láser a la emisión de luz coherente, de un solo color, ya que todos los fotones que la integran se mueven en la misma longitud de onda, por lo que en su emisión la radiación sigue la misma dirección y sentido en todo su recorrido, es decir, se emite en línea recta.

Denominamos luz pulsada o lámpara de flash a la luz que se emite por diferentes tipos de fotones, que se mueven en distintas longitudes de onda y se desplazan de manera desordenada en todas las direcciones, en este caso es el equipo de trabajo el que se encarga de aplicar diferentes filtros para controlar el tipo de luz que se emite.


Podemos decir que el láser actúa de forma más controlada y específica, ya que, en función del tipo de láser y de la longitud de onda en la que el láser concreto, emite su radiación actuará de forma local y precisa sobre un determinado tipo de vello. Esto tiene el inconveniente de que para actuar en cualquier tipo de cliente y vello, debemos disponer de diferentes modelos de láser ya que cada longitud de onda actuará sobre un determinado tipo de vello.

Sin embargo, la luz pulsada nos permite tratar prácticamente a cualquier cliente independientemente de las características de su vello, ya que su emisión se hace en diferentes longitudes de onda y aplicando el filtro correspondiente para cada cliente nos permitirá tratar a personas de características muy variadas.

Ambas técnicas actúan de forma parecida, es decir, a través de la absorción de la longitud de onda específica para el color del vello, pero se debe tener un cuidado especial para que no afecte a la pigmentación de la piel. Actúan por absorción de la longitud de onda por parte del cromóforo que se desea destruir, en este caso color del vello.

Se emplean longitudes de onda desde 700 nm. a 1100 nm., por lo que la melanina absorbe la radiación y se eleva la temperatura de las estructuras ricas en pigmentos melánicos, como son el vello y, sobre todo, sus células germinales. A este fenómeno se le ha llamado fototermólisis selectiva, ya que si se aplica como toca y se emplea en la piel y el vello que corresponde según la longitud de onda de cada láser se produce exclusivamente la destrucción del vello y de las células que lo forman. Si esto no es así, también afectará esta destrucción, a las células epidérmicas de alrededor y a los pigmentos que contienen y, por lo tanto, se podrán crear discromías en las zonas depiladas.


Por esta razón, se recomienda el uso correcto de ambas técnicas. En el caso del láser la elección dependerá de la longitud de onda, ya que cada láser tiene una longitud de onda diferente según la sustancia que atraviese la luz dentro del aparato que la produce.

En depilación, los más empleados son los siguientes:

Láser de Rubí (longitud de onda 695 nm., es de color rojo). Podremos actuar exclusivamente sobre pelos negro en personas con piel blanca, y, preferentemente, en zonas de la cara donde la piel es más blanca. En el momento en que la piel sea más oscura, será la piel la que capte la energía y, por tanto, el vello no se destruirá.
Láser Alejandrita (longitud de onda 755 nm., es infrarrojo). Podemos actuar en vellos oscuros con piel media hasta máximo fototipo III, ya que tiene bastante capacidad de penetración, pero se absorbe parte importante por la melanita, por lo que su uso en pieles oscuras podría darnos problemas.

Láser Diodo (existen diodos de longitudes de onda entre 810 y 980 nm.), pero para depilación láser se emplean principalmente los de 810 nm, son de infrarrojo. Se absorben bien por la melanina, pero su capacidad de penetración es media, por lo que para su efectividad se requiere menos cantidad de energía. Estos láseres permiten la emisión en pulsos largos, por lo que para todo tipo de pieles podrían emplearse sin poner tantos inconvenientes. Se puede emplear hasta en fototipo V e incluso en algunas casas comerciales lo recomiendan hasta el fototipo VI.

Láser neodimio-YAG (longitud de onda1065 nm.). También es infrarrojo. Tiene gran capacidad de penetración, por ello permite el tratamiento de folículos más profundos. Además, su capacidad de absorción por la piel es media, por lo que permite el tratamiento de pieles hasta fototipo IV.

Para tratar las pieles morenas, actualmente lo que se hace es trabajar con láseres que emitan sus pulsos largos o superlargos. Por pulso largo se entiende los pulsos de duración entre 40 y 100 milisegundos, mientras que los pulsos superlargos son superiores a 100 ms. Cuanto más pigmentada esté la piel, mayor deben ser los pulsos a emplear para la depilación por láser, consiguiendo de esta forma mejores resultados sin riesgo de discromías en la superficie cutánea.

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