Tenía que ocurrir. No se sabia cuando, pero cada vez eran más latentes los peligros de invertir en un sector inmobiliario que en Bolsa parecía crecer sin pausa, cuando en la economía real, los signos de cansancio eran más que evidentes. La burbuja crecía, y ha bastado un único susto, el de los rumores de que las cuentas de Astroc, el paradigma de lo que parecía ser una empresa bien gestionada, no eran tan claras como se hacían ver.
Durante los últimos años las inmobiliarias y constructoras fueron las grandes beneficiadas de la entrada en el euro y la desaparición de las monedas nacionales europeas. El llamado “dinero negro” comenzaba a aflorar, y el mejor modo de “blanquearlo” era invertir en ladrillo. Los precios de la vivienda empezaron a subir a ritmos que nadie esperaba.
Los tipos de interés históricamente bajos ayudaron igualmente a que estas empresas inmobiliarias se endeudaran con fuerza e invirtieran en suelo ante las perspectivas de subidas de precios aún mayores. La banca olió el negocio que se escondía detrás y concedieron cada vez más hipotecas… y las fusiones y compras, como las de Fadesa, Colonial, o Riofisa, estuvieron a la orden del día… el resultado es que la gran mayoría de las empresas cotizadas en el sector está cotizando por encima incluso del valor activo neto de sus inversiones.
Pero los precios empezaron a estancarse. Ya hace un año que se viene diciendo que mes a mes, el precio de la vivienda se va frenando. Por otro lado, el tipo de interés comenzó a subir… la economía ya no es tan pudiente, y ha empezado a elevarse el nivel de morosidad bancario…
Paralelamente, las cotizaciones de las inmobiliarias han seguido incrementándose a un ritmo vertiginoso, en muchas ocasiones sin justificación alguna… y así, Astroc, que salió a Bolsa a mediados del 2006 a poco más de 5 euros… llegó a cotizar a principios del 2007 a 75 euros: una revalorización del 1500% en apenas 8 meses.
Sólo hacía falta alguna noticia mala para que esa burbuja inmobiliaria de la que se estaba hablando, recordando tiempos de la tan cacareada burbuja teconológica, estallara. Y al fin se produjo: Astroc Mediterránea, la niña bonita del sector, la que más ganancias había dejado en los bolsillos de los inversores, empezó a tener problemas con sus inversiones en el sector levantino. Pronto se filtró la noticia de que se le preparaba una auditoría… y finalmente, se corrió el rumor de que del beneficio del que tanto se había hablado que había conseguido, más del 50% procedía de operaciones extraordinarias, con lo cual se trataba de un beneficio que no estaba asegurado para el futuro…
Y la inmobiliaria valenciana empezó a caer. La semana pasada un 38%. Ayer lunes, sufrió otro fuerte varapalo, y hoy nada más abrir la sesión, empezó a caer a plomo, mientras la CNMV tenía que ampliarle las bandas de fluctuación. El resultado es que Astroc pasó a cotizar de 70 euros a cotizar a los 16 euros aproximadamente a los que ha cerrado hoy.
La mecha, en forma de dudas en el sector, había prendido, y hoy, 24 de abril, al fin estalló. En su caída, Astroc, arrastró al sector al completo: Urbas llegó a estar cayendo casi un 30%, Montebalito un 25%, Inmocaral, que ha sido hoy una de las más castigadas, un 25%, Urbis y Sacyr un 10%…. y con ellas todo el sector bancario tan influido por los elevados importes en hipotecas que tiene concedido a todas estas empresas. BBVA y Santander han caído un 3%. Popular y Sabadell un 4,5% por poner algunos ejemplos. El pánico por momentos llegó a apoderarse de todo el mercado continuo español, y el Ibex llegó incluso a tocar los 14.500 puntos, bajando de golpe más de 400 puntos, un 3%.
Finalmente consiguió repuntar un poco, pero el cierre final fue sin fuerzas y sin confianzas.
No obstante, la caída, fruto del pánico, es en la gran mayoría de los casos injustificada, y sin duda alguna, los perjudicados habrán sido los pequeños inversores que habrán vendido por miedo a quedar atrapados, mientras los grandes inversores probablemente hayan aprovechado esta caída para entrar en los valores más castigados y en los grandes valores como Telefónica o los Bancos.
Ahora nos toca esperar y confiar en Estados Unidos, para que su Bolsa, esta tarde/noche nos saque del apuro… y si hoy, el Dow y el Nasdaq cierran al alza, quizás mañana vivamos una sesión en sentido contrario, de alzas…
miércoles, 6 de febrero de 2008
La burbuja inmobiliaria
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