miércoles, 30 de enero de 2008

El sueño del bebe durante el primer año

La falta de sueño hace que el bebé se vuelva irritable y puede repercutir en su desarrollo, ya que es durante el sueño cuando su organismo segrega la hormona del crecimiento.

¿Cuánto duerme un bebé?

Al igual que cada bebé tiene su propio ritmo de desarrollo, existen amplias variaciones en lo referente al sueño, pero podemos dar unas pautas generales.

El sueño infantil evoluciona a lo largo del tiempo. Durante el primer año de vida las horas que un niño necesita dormir van disminuyendo.

- El recién nacido: se pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, aproximadamente 16-18 horas al día, entre las tomas. Suele comer cada 3-4 horas sin distinguir el día de la noche por lo que es importante que los padres, y sobre todo la madre si le alimenta al pecho, se adapten a él para que puedan recuperarse y descansar. A veces, algunos niños permanecen despiertos entre algunas tomas. Esto no debe preocupar, y se puede aprovechar para jugar un rato con él o sacarle de paseo.

- A partir del mes: el bebé permanece más tiempo despierto durante el día y duerme más por la noche. Para que se acostumbre a ello se irán diminuyendo progresivamente el número de tomas nocturnas. Como regla general, a partir del tercer mes ya no necesita comer por la noche y duerme alrededor de 15 horas al día. Es recomendable, aunque se despierte, no darle de comer para acostumbrarle a dormir toda la noche seguida.


- Después de los 5-6 meses: el bebé duerme menos durante el día y alarga el sueño nocturno. Suele dormir de 12 a 14 horas al día, la mayor parte por la noche y 2 ó 3 horas durante el día, generalmente una siesta por la mañana y otra por la noche.

¿Cómo debe dormir un bebé?
Durante los primeros meses de vida se recomienda acostar al bebé boca arriba o de lado. Dormir boca arriba le va a permitir respirar mejor y ver el entorno cuando se despierte.

Si lo hace de lado, debe ser sin almohada y ayudándole a mantener la posición colocando una manta o toalla enrollada en la espalda.

Nunca se deberá colocar al bebé boca abajo, salvo indicación médica.

¿Dónde debe dormir el bebé?
En los primeros meses de vida en los que el bebé se despierta por la noche para comer es mejor que duerma en la habitación de sus padres para hacer más fáciles las tomas y poder atenderlo rápidamente si lo necesita. El bebé debe dormir en su cuco o cuna.

Alrededor del tercer o cuarto mes y cuando ya no come por la noche, es preferible que duerma en su propia habitación para que se acostumbre a dormir solo.

El colchón de la cuna debe ser duro y firme y debe estar bien ajustado para que al bebé no se le queden atrapadas las manos o los pies. No se deben colocar almohadas o juguetes dentro de la cuna cuando duermen.

Para ayudarle a que aprenda a diferenciar el día de la noche, es conveniente acostarle de noche en una habitación a oscuras. En general se debe evitar los ruidos excesivos, la luz directamente sobre la cuna, las corrientes de aire y fumar en la misma habitación.

La temperatura debe ser templada. En invierno es conveniente abrigar más al niño. Son muy útiles los pijamas-manta, que evitan que el niño coja frío aunque se destape y le permite moverse libremente. En verano no es necesario abrigarle demasiado porque si pasa calor dormirá peor.

¿Cómo se puede enseñar a dormir a un bebé?
El primer año de vida es fundamental para la adquisición de un buen hábito de sueño y así prevenir problemas posteriores.

Para enseñar al niño a dormir bien es conveniente:

Enseñarle a distinguir el día de la noche. Durante el día dormirá con la casa iluminada y sin impedir que escuche los ruidos habituales de una casa. Por la noche se le acostará con las luces apagadas y se evitarán los ruidos a su alrededor.

Establecer una rutina antes de acostarlo por la noche, para que diferencie la siesta del sueño nocturno. Primero es necesario establecer un horario razonable para acostarlo y procurar seguirlo a diario. Antes de acostarle se le dará de comer, se le puede bañar, ponerle el pijama y jugar un rato con él o contarle un cuento.

Acostarle cuando todavía esté despierto y salir de la habitación antes de que se haya dormido para que aprenda a dormirse solo.

Si el bebé se despierta por la noche no se debe encender la luz ni jugar con él para intentar evitar que se despierte del todo. Hay que comprobar que no tiene frío, calor o sed, y permitir que se vuelva a dormir él solo.

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