viernes, 25 de enero de 2008

Ibiza, fiesta de día y de noche

Es una isla de España, en el archipiélago balear, provincia de Baleares. Su único río es el de Santa Eulalia. Su población es de 80.000 habitantes, y disfruta de un clima excelente, con una temperatura media anual de 21,5° de máxima y 14° de mínima.

La isla de Ibiza tiene cinco municipios: Eivissa -la capital-, Santa Eulària, Sant Antoni, Sant Josep y Sant Joan. Cada uno de ellos ofrece distintas actividades y divertimentos, por lo que cada uno representa un pequeño mundo para conocer.

Se supone que los primeros pobladores fueron los egeos, aunque otros dicen que fueron los fenicios. Luego los cartagineses la fundaron en el año 654 a.C. y tiempo después los romanos construyeron, durante el siglo XVI, murallas y edificios para evitar ataques, de los cuales se conserva alguna parte.

Esta isla-ciudad consta de su típica arquitectura blanca, y se ha convertido en un centro cosmopolita de gran atractivo turístico. A fines de los años sesenta se hizo famosa por el movimiento hippie, que la convirtió en una especie de paraíso contracultural. Perdura su aspecto festivo y la llamada moda “Ad Líbitum” (a gusto, a voluntad), lo cual general el total del ingreso a la isla.

Aún quedan algunas colonias hippie, como también un gran número de jóvenes que la han seleccionado por su extraordinaria vida nocturna, que comienza en realidad por la tarde en las bellísimas calas (bahía pequeña) o en la ciudad. A su vez, Ibiza ofrece una cantidad extraordinaria de tiendas y puestos donde se vende de todo y hasta altas horas de la noche.

El carácter cultural de la ciudad es el resultado de una continua superposición de culturas a lo largo de la historia: egeos, cartagineses y romanos asentaron sus bases en la isla, un lugar de gran valor estratégico en el Mediterráneo.

El 14 de diciembre de 1999, la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad el recinto fortificado de Dalt Vila, el poblado fenicio de Sa Caleta, la necrópolis del Puig des Molins y las praderas de posidonia del Parque Natural de Las Salinas.

Las tres primeras constituyen visitas muy recomendadas, tanto por su valor arqueológico como por las vistas que se pueden apreciar desde las murallas sobre el castillo, la zona de Botafoch y toda la ciudad de Ibiza. También se puede combinar con una visita al Museo Arqueológico, dentro del mismo recinto amurallado.

Dalt Vila es el gran atractivo, un recinto amurallado exponente de la arquitectura militar del Renacimiento. Las murallas, construidas en época de Felipe II, fueron diseñadas en el siglo XVI y ocupan 300.000 metros cuadrados. Además fueron declaradas Monumento Nacional en 1946.

Asimismo, Ibiza se destaca por sus más de 18 kilómetros de playas. Las hay familiares, deportivas, solitarias, agrestes, tranquilas, profundas o suaves. El turista es quien decide adónde ir según su personalidad o las necesidades de su familia.

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