miércoles, 30 de enero de 2008

Embarazo imaginario

Después de revisarte, el doctor dice que no estás gestando ningún bebé, no hay ningún feto ni latido, todo es producto de tu mente.

Laura acude ilusionada al ginecólogo para que le confirme lo que le indica su organismo y de cuántas semanas está. Después de auscultarla detenidamente y practicarle una ecografía, el médico le responde, rascándose la cabeza con incredulidad: “No sé lo que ocurre, Laura, pero tú no estás gestando ningún bebé. No hay ningún latido fetal, ni embrión, ni placenta. Todo es producto de tu mente”.

El estado en que la mujer cree firmemente que está embarazada, a pesar de que no existe una verdadera gestación, incluso aunque le hayan extirpado la matriz y ovarios, se conoce como pseudociesis. La mujer tiene los síntomas usuales de ese estado: desaparición de la menstruación, abdomen inflamado, la sensación de movimientos fetales e incluso secreción en los pezones.


Hormonas despistadas

Según el doctor alemán Jürgen Brater, una teoría sobre el origen de este fenómeno es que “en una mujer susceptible, un deseo vehemente de tener hijos o el temor al embarazo o parto, originan un conflicto interno y el sistema nervioso ocasiona cambios hormonales que causan síntomas de un embarazo imaginario, como ausencia de menstruación, pero con resultados negativos en las pruebas de embarazo”.

Indudablemente, hay demostraciones de que la ansiedad por concebir un hijo puede desatar este proceso. Los médicos consideran el embarazo imaginario una alteración hormonal muy parecida al síndrome de ovario poliquístico, ocasionado por trastornos endócrinos, que muy probablemente se desencadenan por una depresión severa.

Hombres y animales

Según el Dr. Brater, aunque son casos inusuales, también llegan a darse embarazos imaginarios ¡en hombres!

Además hay esposos de embarazadas que durante la gestación o el parto presentan los mismos síntomas que su mujer: náuseas, vómitos y hasta dolores abdominales, a lo cual se le conoce como síndrome de Couvade.

Lo que le sucede al hombre es que durante el embarazo de su mujer, los niveles hormonales del futuro padre pueden cambiar tanto como los de la embarazada con quien convive. Según algunas investigaciones, desciende su nivel de testosterona (hormonas masculinas) y asciende el de estradiol (hormonas femeninas) hasta pasado el alumbramiento.

También existen casos de animales hembras que aunque no tienen un macho para aparearse, debido a su actividad hormonal, actúan como si estuvieran preñadas.

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